Ayer por la noche volvía a casa andando. Pensaba hacer uso del servicio de préstamo de bicicletas pero lamentándolo pasaba un minuto de las nueve de la noche... y gracias a ese amplio horario del que gozamos los usuarios del bicicas no pude recorrer las calles de la ciudad pedaleando...
En fin, a lo que iba... me dí cuenta que, dado mi carácter, un viernes noche habría descolgado el teléfono y habría llamado a algunos amigos para salir un rato. Cabe decir que llamé a Óscar pero como siempre no estaba operativo. Huelga decir que no comprendo por qué tiene móvil pero bueno, la semana pasada me llamó él... asi que no me meteré más con mi moreno.
Pasé por una calle paralela a las tascas y estaban llenas de gente pasando un buen rato, sin mayor preocupación copa en mano y pensando dónde ir más tarde. Ignoré el encuentro. Y seguí hacia mi casa.
Desde que estoy metida en esto de las oposiciones me siento menos social. Las oposiociones son en mejor antídoto socializador que conozco. Más antisociales si cabe que una buena dieta llevada al extremo. No sales hasta tarde porque mañana tienes que aprovechar el día. No te haces una copa porque evidentemente si bebes, no tenemos edad ya para pasarnos... yo al menos a veces me hago amiga del Ibuprofeno o del Resalim, no aprovechamos el día para estudiar. Y eso que no tengo el sábado clases en Valencia en la academia. Gracias al método On-Line me encierro en casa frente al ordenador y en el aula virtual encuentro todo lo que necesito. Una excusa más.
No concierto cena que me liaré...
No tascas... que... bueno, eso es malaje asegurado...
Consecuencia: Soy antisocial... sin quererlo ser y sin manifestarme como tal. Ni siquiera por convicción... más por una cuestión de obligación. Y me contenta?????? pensar que el día de mañana, no antes de junio, claro, seré funcionaria y "disfrutarás de la vida y te reirás de todo esto"...
En realidad, no tengo ni idea de qué pasará. Y espero que quienes me alentan con estas palabras tengan razón. No me veo antisocial por el resto de mis días.
Para los que hoy por hoy me ven poco... Ya sean mis amigas -solteras, casadas, comprometidas y futuras mamis (cada día más de estas)- ya sean mis amigos -Solteros, casados, comprometidos y algún futuro papi- excusarme. Volveré dentro de unos meses con más fuerza si cabe. Con más años y menos experiencia... con más poder adquisitivo (o siempre se espera, porque menos que un opositor... es lo más parecido a la subsistencia en los años de facultad ahora con más responsabilidades, evidentemente)...
De todos modos, cabe decir que me he volcado con el deporte y la danza. La última vez me pilló en plena lesión. La espalda me jugó una mala pasada y no quiero pasar dos veces por lo mismo. Mi protrusión está ahí pero hibernando. Se agradece. Por lo que, además del gimnasio, las horas de spinning e indoor o la piscina son lo único que me relajan... me da por zapatear tres veces a la semana ya sea por alegrías, bulerías, fandangos, tangos o sevillanas. Y me ayuda a desconectar... aunque en ocasiones no sepa marcar una simple llamada "a dos" -guiño de humor que solo entenderán mis queridas Miryam, Inma, Laura y María- si en ese momento no estoy recitando la programación mentalmente y no coordino...
Amenazo pese a mi antisocialibidad con una cena para mis flamencas antes de los esperados días navideños... o una escapada de fin de semana (o similar) a San Sebastián para sufrir muchísimo de poteo... Intentaré verle el barrigón a Pepa o ya la carita a su peque una vez nazca... darle un abrazo a Mariam porque últimamente la veo de bajón y me dice que me echa de menos, al igual que yo. Posiblemente el mismo día. Ójala pudiera estar en Valencia a veces...
Que Nadia me enseñe su nuevo piso en el que hay dos cuartos de baño, uno ideal para todos mis potingues (son sus palabras) y reservaré un día en enero para las paellas de Benicàssim.
Reservaré un día para brindar por el Moreno por su cumpleaños a final de este mes. Ya sabeis de sobra que soy una malqueda con las fechas de aniversarios... pero se que me quereis igual. Allá por enero celebraremos que su tocayo ha sacado plaza y en febrero que Laura es cirujana vía MIR.
Evidentemente, no renunciaré a mi hora, si llega de tascas, los jueves. Hay que fichar. Esa horita es la más "libre de toda la semana" pero de verdad, perdonad si el sábado no llamo, si el domingo estoy en casa bajo el flexo, si entre semana no voy tan recurrentemente al café... No es momento de encerrarme pero sí de reducir ciertas cosas. Ya vendrán los excesos en cuanto a horas pegada a la silla de abril a junio... y entonces, verdaderamente me sentiré antisocial. Asi que "queridos" si alguien quiere convocar eventos la fecha límite es Magdalena, después de Fallas... ni siquiera para mi cumpleaños... cuando comience a estar más insoportable si cabe.
Gracias por llegar hasta aquí... me voy a pensar en cosas banales como el orden de los apellidos...
fmdo. PA
No hay comentarios:
Publicar un comentario